La piel hay que mantenerla en buen estado durante todo el año, no solo en verano. Pero cierto es, que en esta época del año la piel sufre especialmente los agentes externos, ya que en esta estación el clima afecta mucho más. La exposición solar es un factor al que la piel afecta especialmente. Ya que debido a que, aunque no tomemos el sol de forma consciente, es inevitable que esto nos repercuta solo por el hecho de salir a la calle. El sol es mucho más perjudicial en estos meses que en cualquier otra época del año. El agua de nuestra piel se va a evaporar mucho más rápido debido a las altas temperaturas, por lo que tenemos que suplementar más y buscar activos que nos ayuden a compensar esas pérdidas de hidratación. Los proteoglicanos son una muy buena opción por el poder de retención de agua que tienen. Están formados por una fibra de ácido hialurónico, proteína y glucosa. La glucosa, que es capaz de retener 1000 veces su peso en agua, nos va ayudar a mantenerla mucho más hidratada y a que la pérdida de agua sea menor.
También debéis saber que la radiación UV contribuye a la oxidación de la piel. Cuando nos ponemos morenas lo que en realidad está pasando es que nuestra piel está sufriendo un proceso de oxidación y esto, aunque no os lo creáis, no es reversible. Por poneros un ejemplo más gráfico, ¿Qué la pasa a un aguacate cuando lo dejamos abierto al aire libre? Que se oscurece ¿verdad? ¿Por qué? PORQUE SE OXIDA. Pues lo mismo pasa con la piel.
MORENO = OXIDACIÓN = ENVEJECIMIENTO PREMATURO
Asique es buen momento también de introducir más que nunca los antioxidantes, Vitamina C, vitamina E, vitamina A … En el mercado podemos encontrar un sinfín de cosméticos con antioxidantes que ayudarán a nuestra piel a frenar ese proceso. También es importantísimo que esto lo introduzcamos con la alimentación. Una dieta rica en frutas y verduras es fundamental, así como el beber mínimo 1,5 litros de agua al día.
Como extra, antes de esta exposición al sol, es muy recomendable acudir a vuestro salón de confianza para realizar un tratamiento específico para esto. Tanto corporal como facial. Poneros en manos de un buen profesional que sepa aconsejaros qué tipo de tratamiento os puede realizar. Estos tratamientos suelen consistir en una exfoliación completa y la aplicación de activos antioxidantes, nutritivos y de regeneración epidérmica. De esta forma llevareis la piel mucho más “preparada” para la exposición al sol.
No es conveniente que la exposición sea “de golpe”. Si no he tomado el sol en todo el año, no debo irme a la playa y pretender coger bronceado del tirón. Si lo hacemos de forma progresiva y gradual hará que nuestras células vayan sintetizando la melanina de manera paulatina.
Y por su puesto, bajo ningún concepto, debemos hacerlo sin factor de protección. Debemos de concienciarnos de lo perjudicial que es el sol para la salud de nuestra piel, pero concienciarnos de verdad. Espero que os haya gustado el post, pero sobre todo, que o haya servido de ayuda.
